13.5.08

EL DIA DE HOY

Que conste:

Siempre lo he dicho, y lo reitero: AMO MI PAIS.

Antes escribí un post sobre LA PATRIA, y otro sobre los CARROS DEFECTUOSOS, en ambos expresé cosas sobre mi pais que me revuelcan la bilis y me provocan úlseras. Soy la madre orgullosa que ama a su hijo a pesar de ser un malcriado.

Ayer a media mañana me disponía a llevar a mi madre al laboratorio a recoger unos resultados de unos exámenes que se realizó. No logramos salir ni del patio de la casa ya que mi carro tenía una goma (llanta o neumático... o como diría Mario "simplemente rueda") vacía. En la tarde un amigo me hizo el favor de cambiar la goma y poner la de repuesta, que dicho sea de paso, también estaba medio vacía.

Hoy en la mañana salí a resolver lo de la goma y hacer otras diligencias. Llevé el carro a la gomera más cercana solo para que me dijeran que la goma no tenía remedio, estaba rota en varias partes y tenía tremendo huevo (chichón). No me quedó más remedio que partir hacia Humacao, ciudad a unos 15 minutos de donde vivo, a encontrarme con mi padre y llevar el carro a instalarle una goma nueva. Las cosas que me sucedieron en el corto viaje a Humacao fueron las que me provocaron escribir este post.

Traté de irme por la vía antigua, por la orilla de la playa, porque sabía que dado el estado de la goma de repuesto no podía manejar a más de 45 o 50 millas por hora, pero esa vía estaba cerrada ya que aparentemente le estan realizando alguna reparación. Sin tener otra opción viable, me fui entonces por la autopista. En la autopista el límite de velocidad es 60 millas por hora, pero la mayoría de las personas hacen caso omiso de eso y manejan como les da la gana. Me coloqué en el carril de la extrema derecha, el que supuestamente es para vehículos lentos o pesados y encendí las luces de emergencia. Fue entonces que comenzé a desear tener un helicóptero. La gente, no conforme con simplemente rebasarme y seguir su camino, se tomaban la molestia de tocarme la bocina solo para que yo viera que me estaban mencionando desde la madre hasta la tatarabuela. Los que no me echaban flores simplemente me sacaban el dedito ese bonito, o hacían algun gesto que en cualquier corte puede ser conciderado una amenaza de muerte.

Cuando llegué a Humacao ya estaba medio histérica, pero hacía lo imposible por mantener la calma y no dejar que me robasen la paz. En Humacao visité varias gomeras hasta conseguir una que me dieran un buen precio, la economía está mala y no hay dinero para desperdiciar. Fui al cajero automático a retirar el dinero para comprar la goma, ya feliz de por fin tener la situación casi resuelta. A la salida del cajero solo tenía que cruzar una avenida y ahí mismo estaba la gomera. Crucé la avenida despacio y a la distancia vi que habían dos estudiantes cruzando la calle, por lo que reduje la velocidad para permitirles cruzar, pero el irresponsable que venía detras de mi tenía demasiada prisa y luego de tocarme la bocina y seguramente mencionarme el arbol genealógico completo, me rebasó en un área de "no rebasar" sin mirar que habían personas cruzando. El corazón se me puso del tamaño de una pasa y esperé lo peor... pero gracias a las divinidades los estudiantes se dieron cuenta de lo que pasaba y dieron un paso hacia atras en el momento justo, librandose así de ser atropellados por aquel irresponsable.

Por gente como ésta es que ocurren tantas tragedias a diario en las carreteras, gente desconciderada que no ve más allá de sus propias narices.

1 comentario:

Rocío dijo...

Gracias a Dios que no ocurrió nada malo... no digo yo que a veces todo se presta para poner a una histérica... pero muy bien hecho de mantener el control.... que nada robe tu paz... es TUYA.

Besosss.