Tengo el corazón hinchado de amor. Tanto así que no puedo parar de sonreir al mismo tiempo en que se me llenan los ojos de lágrimas.
Hay momentos en la vida que talvez solo ocurran una vez, momentos que te llenan de una dicha tan grande, que te enseñan que definitivamente vale la pena vivir.
Anoche llegué del trabajo bastante agotada. Me senté en la sala a descansar los pies y relajarme un rato. Mi sobrino estaba recostado en el otro sofá, se había sentido mal y lo habían llevado al pediatra, pero lo vi bastante mejorado. En unos pocos minutos comenzé a sentirme soñolienta, y claro, inmediatamente me dejé vencer (total, todavía faltaba más de una hora para que comenzara mi novela). No sé cuanto tiempo pasó, bien sabemos que cuando se duerme un minuto puede parecer una hora (al menos a mi me pasa así)...
Sentí algo rozando mi rosto suavemente y de inmediato quedé despierta. Era mi sobrino, me daba besos mientras yo dormía. Lo agarré en un rico abrazo, y su linda voz me dijo bajito: TITI, TE AMO. Se me llenaron los ojos de lágrimas, las detuve porque no quería que se confundiera y pensara que me había molestado de alguna forma y apenas sin poder hablar le susurré: YO TAMBIEN TE AMO.
3 comentarios:
Y ¿cómo no amarte? Es que eres irresistible...
Además que has sido su titi heroína en muchas ocasiones.
Que rico cuando Dios nos regala momentos de tanta dulzura.
Yo tambien te amo pelo ♥.
A mi no me importa que la gente vea raro el repetir una palabra con tanto peso y tan grande... Raro sería sentirlo y no decirlo.
Lindo escrito, muy tierno y sincero. Dios bendiga a tu sobrino y cuide a su titi para que le siga dando tanto amor.
que viva el amor felicidades bendiciones!!
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